MEA CULPA

Qué puedo decir, no los quiero...y no es por moda o porque sí no más, tampoco porque crecí con un prejuicio arraigado, les juro que traté... Cuando vivía en Chile decía, pero por qué no quieren a los argentinos?, qué nos han hecho?, nada.... Cuando llegué a Israel me tocaron varios compañeros argentinos, y con ellos tuve mi primer trago amargo...bueno, dije, es un caso aislado. Luego empecé a conocer a otros en el ulpán y luego en los distintos lugares donde me movía, todos parecen haber sido iluminados directamente por el altísimo o haber nacido con la sabiduría suprema, sobre lo que el resto de los mortales tenemos que hacer, sobre cual es la verdad de la vida (shooo te voy a decir lo que vos tenés que hacer ché...), y cuando se equivocan, que es muy seguido, tienen una habilidad suprema pa cambiar de tema y nunca, pero nunca reconocer que no saben o se equivocaron... Ahora entiendo que si cuando vivía en Chile no me caian mal era porque no conocía a ninguno!! No voy a mentir, conozco un par que son bastante divertidos y buenos como amigos (que veo re poco es verdad, quizás por eso), pero tengo esa sensación como de que son la excepción que confirma la regla....que será?? En verdad me lo he preguntado, porque me carga mi intolerancia, no sé, los crían así? Es genético? Por que ese tono pa hablar medio gritando?? Es miedo interno de que nadie los escuche?? Es que tienen problemas de audición severos como mal endémico dentro de sus fronteras??? Uf, me encantaría saber...O están en esta tierra para enseñarnos a ser más tolerantes, digo como una de esas prueba difíciles que la vida nos presenta? Por qué, aunque no te conozcan mucho y ni siquiera les hayas dado confianza ni amistad, se creen que deben interrogarte y luego indicarte el camino a seguir, aunque tú les estés respondiendo que no se metan en tu vida o que no les corresponde, porque no le estás pidiendo consejo..... y por qué hablan tanto rato sobre lo mismo, si con una sola frase ya se entiende?? (creerán que somos más tontos que ellos?) so on, so on... La verdad no los odio (mmmm...), solo que no los quiero ni soporto. Ojalá como dice el dicho, fueran la ultima chupá del mate. Post jugoseado por